29.4.06

Curiosidades en transporte público

Esta vez no me voy a meter con RENFE.

Se me ha ocurrido que, por alguna misteriosa razón, os podría interesar leer algunas de las cosas que he visto o me han ocurrido a lo largo del tiempo que llevo usando a diario el tren. Ahí va.

Cosas curiosas
  • Un tío trajeado se afeitó tan campante con su maquinilla eléctrica. Se ve que perdía el avión...
  • Un chico y una chica ensayaron una canción a dúo, a grito pelao (no iban pidiendo limosna: estaban sentados en sus asientos, y no se cortaban un pelo).
  • Una chica sufrió un ataque de epilepsia y pararon el tren mientras llegaba una ambulancia.
  • Durante varios meses, dos chavales que subían en Mataró en el tren de las 6:42am se fumaban un canuto a diario, en el espacio que hay entre los dos primeros vagones (el olorcillo se filtraba a través de la puerta y, ni que decir tiene, la mitad de los viajeros de dichos vagones llegábamos colocados al curro, "de gratis total").
  • Un señor mayor visiblemente ebrio se sentó a mi lado, se quedó dormido y empiezó a inclinarse continuamente hacia mi lado, para regocijo de los demás pasajeros que se partían el culo ante mis intentos infructuosos por mantener al hombre más o menos en posición vertical.
  • Un día un interventor se tuvo que esconder en la cabina porque un viajero al que le pidió el billete le quería pegar.
  • Tres señoras suben juntas cada mañana en la estación de Premià de Mar. Jamás he cruzado una palabra con ellas, pero sólo escuchando sus conversaciones y atando cabos, he conseguido averiguar, más o menos, a qué se dedican cada una de ellas, cómo se llaman sus maridos, dónde pasan las vacaciones, los principales rasgos del carácter de cada una de ellas (yo las llamo cariñosamente "la educada", "la elegante" y "la pija repelente").
Gente de la tele

Gente que he visto en el tren (o en el metro). Tampoco es que sean "superfamosos", pero bueno... ya sabéis que los famosos de verdad no usan transporte público ni se mezclan con la chusma.
  • Ingrid Rubio (esta es la famosa "más famosa" de todos los que he visto en el tren).
  • Marta Martorell (la amiga pastillera de Marta en "El cor de la ciutat").
  • Gilbert Solsona (presenta la sección de moda en el programa "el Club" de TVC); por cierto: mira que ir en tren... qué poco glamouroso.
  • Carmen Vijande (la sexóloga de "crónicas marcianas"); la he visto en el metro un par de veces.
  • Marc Galtés (el paquistaní "Iasir" en "el Cor de la ciutat"); a este le he visto bajarse un par de veces en la estación de Mataró.
Manías

Algunas de mis manías al subir en tren:
  • Si es posible, me siento siempre al lado de la ventanilla, de forma que esta quede a mi izquierda. Apoyando la cabeza hacia ese lado es como estoy más cómodo para echar una cabezadita. Si la ventanilla queda a mi derecha, por alguna oscura razón no consigo conciliar el sueño. Digue'm tiquismiquis.
  • Sentarme siempre en el vagón de delante (no soy el único que tiene esta manía, ya que a la mayoría de personas las veo a diario, lo que quiere decir que los que subimos al primer vagón solemos ser siempre los mismos).
  • Dejar el "20 minutos" o el "Qué!" en el portaequipajes que hay encima de los asientos, justo antes de bajarme del tren, por si alguien que venga después se los quiere leer o hacer el "sudoku" :-)
¿Y vosotros? ¿Tenéis manías al usar el transporte público? ¿os han pasado cosas curiosas?

17.4.06

El mar, el cielo, y las redes P2P

Anoche volví a ver "Mar i cel" en la tele.

Para los que no la conozcáis, sabed que "Mar i cel" ("Mar y cielo") es tal vez la obra de teatro musical más famosa que se ha hecho jamás en Catalunya. Se representó por primera vez allá por el 89, y gracias a un montaje espectacular y a las buenas y
pegadizas canciones de Ginovart, tuvo un éxito fulminante. Muchos años después, la gente que había ido a ver la obra aún la recordaba con nostalgia y, en el 2004, Dagoll Dagom, la compañía que representó la obra original, volvió a traerla
al escenario del Teatre Nacional de Catalunya, consiguiendo llenar noche sí, noche también, durante año y pico.

Esta mañana me he dicho "tate... ¡a ver si está en la mula!". Buscando por "Mar i cel" es posible encontrar desde la banda sonora, hasta las dos versiones de la obra en vídeo (la del 89, con Àngels Gonyalons en el papel protagonista, y la de 2004, con Elena Gadel..., a cual más grande). Los puristas suelen decir que "la buena" es la del 89, porque es la original y porque son unos tocapelotas... pero yo he puesto a bajar la nueva, primero porque es la que yo he visto en vivo y segundo porque la Gadel "me pone" (y se merecería una entrada de "Amores Platónicos", a pesar de ciertos rumores "aquíhaytomateros" que me dejó caer mi viperino amigo 10orio hace unas semanas).

En fín, buscando en la mula por "Dagoll Dagom" es posible encontrar también:

  • T'odio amor meu
  • Poe
  • Mikado
  • Antaviana
  • Pigmalió
  • Nit de Sant Joan
Obviamente, el número de gente que está compartiendo estos ficheros es bastante más reducido que el de los que comparten los últimos "screeners" de Hollywood, pero estos tarde o temprano se podrán conseguir en el FNAC, y sin embargo, preguntadle al precario de turno de la FNAC o el Corte Inglés si tienen "Antaviana", y si quiere hacerse el listillo, os dirá "lo siento, de Buñuel nos queda nada en DVD".

Por suerte, tenemos la mula, que viene al rescate en casos como este, donde una red P2P adquiere todo su sentido. Y cuando consigan prohibirla (lo conseguirán, no lo dudéis: hay mucha pasta sobre la mesa de los despachos adecuados), pues nos pasaremos a otro sistema nuevo. Es la ley del mas fuerte... y, al menos en este caso, esos somos nosotros.

16.4.06

Otra vez Victor Hugo

Ahora mismo me encuentro leyendo el segundo volumen de "Los Miserables", y, como ya había hecho anteriormente, no puedo resistirme a escribir aquí un fragmento que me ha dejado reflexionando un buen rato. Se trata de un fragmento de un discurso pronunciado por Enjolras, el líder de un grupo de estudiantes que luchan en una barricada en las calles de París. Horas sombrías en las que sólo el optimismo puesto en un futuro mejor puede consolar a los que saben que, en pocas horas, van a morir por defender sus ideas.
La igualdad, ciudadanos, no significa toda la civilización a nivel; una sociedad de matas grandes y de encinas pequeñas; un conjunto de envidiosos hostilizándose; es, civilmente, el camino abierto por igual a todas las aptitudes; políticamente, el mismo peso para todos los votos; religiosamente, el mismo derecho para todas las conciencias. La igualdad tiene un órgano, y este órgano es la instrucción gratuita y obligatoria. El derecho al alfabeto; por ahí se debe empezar. La escuela primaria impuesta a todos; la escuela secundaria ofrecida a todos; tal es la ley. De la escuela idéntica, sale la sociedad igual. ¡Sí! ¡Enseñanza! ¡Luz! ¡Luz! De la luz emana todo, y todo vuelve a ella. Ciudadanos, el siglo diecinueve es grande, pero el siglo veinte será feliz. Entonces no habrá nada que se parezca a la antigua historia; no habrá que temer, como hoy, una conquista, una invasión, una usurpación, una rivalidad de naciones a mano armada, una interrupción de civilización por un casamiento de reyes, un nacimiento en las tiranías hereditarias, un reparto de pueblos acordado en congresos, una desmembración por hundimiento de dinastía, un combate de dos religiones encontrándose frente a frente, como dos sombras sobre el puente del infinito; no habrá que temer al hambre, la explotación, la prostitución por miseria, la miseria por falta de trabajo, el cadalso, la cuchilla, las batallas, y todos esos latrocinios del azar en la selva de los acontecimientos. Casi pudiera decirse que no habrá ya acontecimientos. Reinará la dicha. El género humano cumplirá su ley, como el alma y el astro. El alma gravitará alrededor de la verdad, como el astro alrededor de la luz. Amigos, la hora en que nos encontramos, y en que os hablo, es una hora sombría; pero tales son las terribles condiciones para la compra del porvenir. Una revolución es un peaje. ¡Oh!, el género humano será libertado, sacado de su postración y consolado. Nosotros lo afirmamos desde esta barricada. ¿De dónde saldrá el grito de amor sino de lo alto del sacrificio? Oh, hermanos míos, éste es el lugar de unión de los que piensan y de los que sufren; esta barricada no está hecha ni de adoquines ni de vigas ni de hierro viejo; está hecha de dos montones, uno de ideas y otro de dolores. La miseria encuentra en ella al ideal. El día se abraza con la noche y le dice: "Voy a morir contigo, y tú vas a renacer conmigo".
Las negritas son mías. Por cada una de ellas seguro que a todos nos vienen a la mente los mismo ejemplos que tiran por tierra el optimismo de Enjolras y Víctor Hugo.

1.4.06

Sánchez Almeida, se "ciber-jubila"

Carlos Sánchez Almeida anuncia su retirada del frente cibernauta. La reciente reforma de la Ley de Propiedad Intelectual parece ser la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del famoso abogado, colaborador habitual de Kriptópolis y República Internet.

Sánchez Almeida lleva luchando en varios frentes desde hace muchos años para que los de siempre no nos la metan doblá. Además, ha comparecido como asesor ante el congreso en diversas ocasiones (y maldito el caso que le han hecho), defendiendo desde la implantación del software libre en las administraciones, hasta la libertad de los internautas.

Ya comenté anteriormente una charla que dio aquí en Mataró y, ya dije que no sabía qué opinión formarme de este hombre (y he de decir que sigo sin saberlo).

Ahora dice que está harto. Harto de no conseguir nada cuando se luchaba contra la LSSI o contra la reforma de la LPI, harto de la pasividad de los internautas, que (ojito: me incluyo) no nos cuesta demasiado sentarnos delante del teclado a escribir en foros y weblogs despotricando, por ejemplo, contra la SGAE o contra Microsoft, pero cuando se trata de pasar a la acción, ¡ah!, parece que nos achantamos un pelín.

Carlos, esperábamos mucho de tí, pero he de decirte que eres un ingenuo.

Si los que nos ponemos como fieras cuando el gobierno se baja los pantalones ante la SGAE, o cuando la UE se los baja ante las grandes corporaciones de software norteamericanas (me refiero al caso de las patentes de software), no somos capaces de alzarnos también contra injusticias mucho mayores como la pobreza, el hambre, la explotación infantil, el sometimiento de la mujer, las guerras preventivas, etc, etc... ¿qué crees que se podía esperar de gente como nosotros, los internautas?

Lo dicho: eres un ingenuo.