3.7.06

El corte inglés y yo

La semana pasada decidí comprarme un reproductor de mp3. Tras mucho deliberar conmigo mismo (bueno, no tanto), y a pesar de que Javi me acusa de tener las orejas de madera (y eso que yo paso con nota el test del Mosquitono, y él no), me he decidido por un Creative ZEN nano Plus.

El caso es que Cefe me dio el soplo de que en el Corte Inglés lo iban a rebajar a partir del día 1. No me preguntéis qué misteriosos contactos tiene Cefe en el Corte Inglés, pero acertó de pleno: 79 euros costaba rebajado, cuando la mejor oferta que yo había encontrado durante mis pesquisas había sido de 85 euros en un PCBOX de Barcelona (91 en el PCBOX de Mataró).

Pues yo, todo decidido, esta tarde me he dirigido "xino-xano" al Corte Inglés de Plaza Catalunya, he subido las 7 plantas hasta llegar a la de imagen y sonido y... "agotado", me ha soltado de sopetón un chavalín que estaba allí atendiendo al personal.

"¡Meeeeec! Respuesta incorrecta", he pensado yo. Porque sé que es ilegal hacer propaganda de un precio en la web (o en los folletos esos que se suelen buzonear) y luego al llegar que te digan que ya no quedan, o que era una error de imprenta ("precios válidos salvo error de imprenta o hasta fin de existencias"... seguro que os suena la cantinela). Uno como consumidor no tiene forma de demostrar ni que efectivamente se tratase de un error de imprenta, ni de que en algún momento hayan tenido alguna unidad de las ofertadas... pero en fín.

El chavalín me ha preguntado: "¿porqué no pruebas en la tienda de Portal de l'Àngel?". Yo he resoplado, y he pensado para mí: "mira, os vais a librar de un pleito de cojones", porque me da pena la junta directiva del Corte de marras, que son gente que tiene ya una edad y, si por culpa de mí tuvieran que cerrar la empresa, se iban a quedar en la cola del INEM perdidos, sin rumbo y en el lodo.

Total, que me he ido, también "xino-xano" al Corte Inglés de Portal de l'Àngel. He subido también hasta no sé qué planta, y allí, en un expositor, estaba mi flamante Creative. Pero... ¿qué ven mis ojos? ¿el aire acondicionado me habrá afectado a la vista? ¿el hilo musical perturba mis neuronas...? ¿qué es ese número 89 en esa etiquetita amarilla donde pone PRECIO...? ¿no decía en la web que eran 79 euros? "¡Perdone, caballero!" he interpelado aun abuelete elegante y con cara de palo que me ha atendido. "Es que en la web indican un precio 10 euros inferior. Son casi 1700 cucas de diferencia". "Tranquilízate, pequeña rata miserable, que soy cinturón negro - (bueno, eso no lo ha dicho, pero por la forma de mirarme, segurito segurito que lo estaba pensando) - es que ese será el precio si lo compras vía web". Ahí viene cuando me desmayo en plan personaje del Dr. Slump, cayendo de espaldas y levantando los pies.

Bueno, vale, aceptamos "timo, robo y engaño" como "rebajas de El Corte Inglés". Uno a esas alturas no iba a ponerse a pelear por 10 euros con un abuelo que es cinturón negro y que, si ha llegado a máximo responsable de la venta de mp3 del Corte Inglés de Portal de l'Àngel, debe ser porque, seguro seguro, que se ha cargado a más de una impertinente rata miserable como yo.

Muy amablemente me he despedido de él, dándole las gracias por su atención, y no sin antes recomendarle la auto-administración del mencionado reproductor mp3 por vía rectal.

Llegados a este punto, y con unos andares harto sospechosos, producidos por la hinchazón de gónadas, me he dicho "pues yo sin mi mp3 no me vuelvo a Mataró". Vámonos pal PCBOX, que allí al menos nunca me han engañado. Y camino al PCBOX he pasado por una tienda de PRICOINSA, que exhibía mi flamante Creative por el asombroso precio de 77 "leuros".

Pa la saca.

Moraleja:
  • Bocata en el bar de la FIB + botellín de agua + cafelillo, por tenerme que quedar a comer en Barcelona: 3 euros y pico.
  • Comprar el reproductor mp3 en PRICOINSA, en vez de en El Corte Inglés: -2 euros (de ahorro).
  • Desquitarse del cabreo con un post "jachondo", poniendo a parir a El Corte Inglés, esperando que a alguno de los lectores de mi blog le haga pasar 5 minutos entretenidos (y, quién sabe, tal vez incluso soltar una sonrisilla)... no tiene precio.