19.12.05

1 añito

Este blog cumple hoy un añito. Quién lo iba a decir, si parece que fue ayer.


Tal dia como hoy me abría una cuenta en Blogger y, como quien no quiere la cosa — y sin haberlo meditado lo suficiente —, escribía mi primer post en Las cosas de Lillo (por cierto, el propio nombre del blog confirma, entre otras cosas, eso de no haberlo meditado lo suficiente).


Como suele decirse en situaciones como esta, es hora de hacer aquello tan literario de echar la vista atrás, y ver de qué ha servido todo esto.


Como habréis imaginado (y si no lo habíais imaginado ya os lo digo yo, que tengo acceso a las estadísticas), el número de visitas es más o menos el mismo que cuando comencé. Vamos, que no me forraría si algún dia, traicionando mis principios, decidiera incluír publicidad en el blog. Es una gozada saber que tengo seguidores incondicionales (aunque se puedan contar con los dedos de una mano, creo... ya os invitaré a algo, majetes), aunque lo que chana de verdad es ver que alguien que no conoces se molesta en leer lo que has escrito y, ¡atención! ¡deja un comentario!. Esto sólo ha ocurrido un par de veces, si mal no recuerdo (y una de ellas era alguien que, respondiendo a uno de mis posts —que paso de buscar, porque no funciona la búsqueda en el puto Blogger—, intentava convencerme de lo buena que iba a ser la constitución europea... je..., jeje..., jejejejejejeje...).

En general, como habréis visto, el ritmo de publicación de posts ha descendido en picado. En parte porque uno está ya mayor, y se va volviendo cada vez más vago, en parte porque al principio no paraba de postear toda paridilla que encontraba por ahí. Eso se acabó. Hay mucha gente con más tiempo libre que yo que tiene blogs muchos mejores que este donde se pueden encontrar ese tipo de cosas. ¿Porqué visita uno un weblog? Pues principalmente por dos motivos: porque hay cosas que te interesan o porque el autor de dicho blog ha logrado conseguir su propio estilo. De ahora en adelante, yo quiero ser como Carles o Marta (aunque para llegar al nivelón blogueril de esta moza aún me queda mucho por aprender... eso si lo consigo alguna vez).


El futuro: migrar, migrar y migrar. Estoy harto de Blogger. Desde que los compró Google, parece que se han dormido en los laureles. Las búsquedas no funcionan (nunca me han funcionado bien). Y, lo que para mí es más importante: no se pueden clasificar los posts por categorías. O estos de Blogger espabilan y dejan de comerse los mocos, o se les van a subir a la chepa pero que ya. Hay muchísimos competidores que llevan tiempo afilándose los colmillos, y ya están listos para hacer pupita. El proceso de migración del blog ya ha comenzado: he migrado aproximadamente la tercera parte de los posts (un trabajo que me ha generado cierto complejo de macro de Excel, por aquello del corta y pega, suerte que se mantienen los formatos automágicamente). Cuando esté todo migrado (después de navidad), ya informaré de la nueva dirección.