Ayer fui a ver Sin City, "La ciudad del pecado", basada en los cómics de Frank Miller.
La película es visualmente muy original e impactante. Está rodada en blanco y negro, coloreando después en postproducción sólo algunos detalles de la película (el color de ojos de alguna chica, la piel de "Yellow Bastard", las gafas que lleva Elijah Wood y, sobre todo, el toque fluorescente de la sangre). Los decorados, la caracterización de los actores, la música, el detalle de las voces en off de los protagonistas como en las pelis de detectives antiguas... todo está dispuesto con objeto de evocar las novelas de Frank Miller.
La película, como no podía ser de otra forma, es extremadamente violenta (imagino que como las historias en las que se basa), sobrepasando con creces los límites de la violencia usual en una película de cine negro. No dudo que Miller y Robert Rodriguez han disfrutado como niños dirigiendo esta película (por cierto, Tarantino también dirige una escena de la película, aunque no sé exactamente cual, porque varias de ellas recuerdan bastante a Kill Bill o a Pulp Fiction).
A destacar la intervención de Mickey Rourke, en el papel de Marv (con un aspecto conseguidísimo de matón de cómic, conseguido gracias a un maquillaje magistral), un actor que nunca me ha gustado pero que aquí se mueve como pez en el agua. Quién sabe si, cuando todo el mundo creía que Rourke estaba acabado ha topado con el papel de su vida.
El guión recoge tres historias distintas que se entrelazan entre sí en determinados momentos, no siempre en orden cronológico (¿recordais "Pulp Fiction"? pues exactamente igual).
Es una película recomendable, de esas que hay que ver en pantalla grande. Llevad una actitud canalla y el estómago vacío, y pasaréis un buen rato. Absteneos si lo pasasteis mal con la escena de la amputación de la oreja en Reservoir Dogs.
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